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domingo, 18 de abril de 2010

Actividad física, salud y calidad de vida en Costa Rica




El auge de la actividad física en Costa Rica y en el mundo se encuentra en una etapa de consolidación y cada vez mas personas se inscriben en una amplica gama de actividad física.  Acaso no has visto en tu barrio mas gimnasios, spa, spinning, etc.  Tal hecho no pasa desapercibido a las universidades contemporáneas que orientan a sus educandos hacia una formación y desarrollo armónicos plenos.

Así lo confirman dos ponencias del II Congreso Internacional de Actividad Física, Salud y Calidad de Vida: “El Ejercicio es Medicina”, organizado por la Escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Nacional y celebrado del 12 al 14 de este mes en el San José Palacio y que reseño La Nación en su edición de ayer sábado 17 de abril.

Ponencias en II Congreso de actividad física, salud y calidad de vida, UNA

Los expertos señalaron que hacer ejercicio protege el corazón y evita males comúnmente asociados al envejecimiento, como debilidad en los huesos, problemas respiratorios, fatiga, debilidad y falta de coordinación.

“Más de un 70% de los efectos adversos que normalmente se asocian al envejecimiento se deben al sedentarismo. Si nos mantenemos activos, podemos contrarrestar estos efectos. Es mejor medicina que los suplementos vitamínicos”, explicó Barry Franklin, investigador del Centro de Salud y Prevención Cardíaca Beaumont, en Estados Unidos, y uno de los expositores del Congreso.

“Después de que cumplimos 20 años, nuestra condición física decrece un 1% por año, pero un programa de ejercicios mejora nuestra capacidad hasta en un 20%. Esto quiere decir que, si un hombre de 60 años entra en un buen régimen de ejercicios, podrá llegar a conseguir la condición que tenía a los 40 años”, agregó. Estudiando el ‘medicamento’. Desde hace más de 20 años, Franklin investiga el rol del ejercicio en la salud. Sus estudios señalan que el ejercicio no solo previene enfermedades, sino que ayuda a mejorar a las personas con males crónicos o cardiovasculares.

En su más reciente trabajo, publicado en la revista Clinical Cardiology y expuesto en el Congreso, Franklin estudió a 2.390 pacientes con hipertensión, colesterol alto, diabetes o triglicéridos altos. Durante 12 semanas fueron sometidos a sesiones de ejercicios y cambios en la nutrición. Los participantes no tomaron medicamentos durante este período.

Los resultados mostraron que el 66% de los pacientes alcanzaron los niveles de presión arterial que requerían, el 23% logró bajar su colesterol a niveles ideales y el 38% de los pacientes llevó sus triglicéridos a su nivel ideal.

“No es necesario hacer gran cantidad de ejercicios. Todo a su ritmo. Un esfuerzo ordinario todos los días es sinónimo de resultados extraordinarios”, aseguró Franklin.

Su colega Peter Grandjean, investigador de la Universidad de Auburn, en Alabama, Estados Unidos, también analiza los beneficios del ejercicio.

Sus estudios muestran que el ejercicio ayuda a contrarrestar los efectos del síndrome metabólico, condición caracterizada por sobrepeso, grasa abdominal, niveles altos de azúcar y triglicéridos e hipertensión, lo que lleva a un envejecimiento con más efectos adversos.

Sesiones de ejercicio de 20 minutos tres veces al día bajan hasta 60% los efectos del síndrome.

“El sedentarismo altera la forma en que el corazón, los músculos y los tejidos se comunican entre sí. Esta es una de las causas del síndrome metabólico. Cuando la persona comienza a ejercitarse, las diferentes partes del cuerpo se comunican mejor y esto mejora las condiciones”, explicó Grandjean. Dosis correcta. Como con cualquier medicamento, cada paciente requiere una dosis específica para lograr resultados en su salud y no tener efectos adversos.

“Una sobredosis de ejercicio es fatal, pues producirá efectos secundarios adversos, mientras que una dosis baja no traerá tantos beneficios. Cada persona es diferente y, por eso, las dosis varían según la condición física y de salud de la persona”, dijo Franklin.

La constancia también es vital a la hora de realizar actividad física. “Al igual que con cualquier otro medicamento, si una persona quiere curarse, debe seguir la dosis. Si la persona no es constante y no hace su dosis semanal de ejercicios, no le hará efecto”, aseguró Grandjean.

La rutina de ejercicios debe ser autorizada por un médico y vigilada por un especialista en educación física para que sirva contra los efectos del envejecimiento.  Artículo La Nación del 17 de Abril.

Y nosotros nos sentimos orgullosos de patrocinar a través de nuestra empresa, nuestros productos, y nuestra  cruzada de salud y bienestar a un creciente número de personas que buscan combinar un sano estilo de vida de ejercicios con una buena nutrición, quizas la mejor que existe para el ser humano, la nutrición celular de Herbalife.  Feliz y Saludable domingo!


Ing Rafael Vilagut Vega
tel 00.506.83.20.60.97

¿y vos ya te tomastes tu batido?

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